Pantalones de pana para mujerWoody Allen lleva, fuera y dentro del escenario, los mismos pantalones de pana holgados … y, también, el mismo suéter gastado, las mismas gafas de montura negra y los mismos zapatos cómodos que siempre ha gastado. Katherine Hepburn vino a España, allá por el año 1971, a rodar Las Troyanas. Durante el rodaje la actriz norteamericana, protagonista de La Reina de África, vivió, durante algún tiempo, en la localidad de Atienza (Guadalajara). Aún hay quien, en el pueblo, recuerda a la actriz paseándose con unos pantalones de pana que habían pertenecido a Spencer Tracy. O sea, que personajes célebres de nuestro siglo han vestido este tipo de pantalones… sin embargo la historia de esta prenda viene bastante más atrás. Muy utilizado por la aristocracia francesa e inglesa de los siglos XVII y XVIII, para llegar al comienzo de la historia de este tipo de tela habría que remontarse aún unos cientos de años más atrás. Y es que tenemos pruebas de que la pana (en realidad el fustán, un antepasado muy próximo) ya se utilizaba en la ciudad egipcia de Fustat en el año 200 a.C. No es vano, este tejido antecesor de la pana es el fustán… esto es, una tela gruesa y algo burda de algodón, afelpada por una de sus caras (¿os suena?).

Pantalón de pana para hombreA medida que el comercio va creciendo, a lo largo de los siglos, el fustán llega a Europa, donde, sobre todo entre ingleses y franceses, tiene un gran éxito de público. Y es que sabemos que, allá por el siglo XVI, aún se fabricaba fustán en fábricas inglesas… y que, en algún momento, un siglo después (y, seguramente, en la ciudad inglesa de Manchester, durante la primera revolución industrial), el tejido se perfeccionó… llegando a la pana que hoy conocemos, como ese tejido duradero y fácil de limpiar.

El éxito fue tal que la realeza europea no tardó en adoptarlo, tanto para uso propio -sobre todo para la práctica de deportes como la hípica o la caza– como para confeccionar las ropas de diario de sus criados. Fue de aquí donde la pana fue dando el salto a granjas, fábricas y, finalmente, a las ciudadesPantalones de pana.

Así fue. En el siglo XIX, la pana se convirtió en el tejido favorito de la clase obrera, quienes demandaban tejidos resistentes que pudieran sobrevivir a duras jornadas de trabajo.

Dependiendo del material empleado (principalmente algodón o lana) el grosor de la tela de pana será mayor o menor, de tal forma que, si bien no es en ningún caso un material adecuado para el estío en lugares cálidos, es frecuente su uso no sólo en invierno sino también en épocas otoñales y primaverales. Esto ha hecho que la gama cromática ofrecidas por las distintas marcas de ropa no se circunscriban a los clásicos colores invernales u otoñales. Todas han ampliado a nuevos colores la oferta de sus catálogos de prendas de pana… desde las tradicionales tonalidades como el camel, verde bosque, el burdeos, el gris o el marino hasta los menos comunes rojo, celeste, rosa púrpura… o cualquier variante cromática que quepa imaginar.

Pepe Varela

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