Primero, pasé por el Conservatorio. Después, conocí las tablas del teatro. Por fin, ya casada y madre, conocí –y me enamoré- de la costura. No lo niego: estos tres escenarios, estos tres mundo, hicieron de mi lo que hoy soy. Con el tiempo, algunas clientas, a las que vestí, desde niñas, de gitanas, empezaron a pedirme que las vistiera para el día más importante de su vida: sus vestidos de novia. El círculo se cerró… y yo me sentí en la gloria. Me encantan los retos y éste lo era.IMG-20151211-WA0009

Vestir a una novia y a una flamenca tiene el punto común, además de utilizar un patrón base muy parecido, de dejar paso a la imaginación, a los sueños. En ambos casos te aceptan fantasías que serían rechazadas en el vestir diario. Además… ¿Qué mujer no está guapa vestida de novia o de flamenca? Todo es cuestión de confianza y, realmente, han sido (y son) muchas las chicas que han confiado en mí, en mi trabajo, el vestido con el que luego han dicho si quiero en el juzgado o en el templo. IMG-20151211-WA0022Confianza, esa es la clave.

¿Por dónde empiezo? Pues lo primero de todo es conocer a la mujer a la que voy a vestir. Necesito saber a qué se dedica, cuáles son sus preferencias, ver dónde está el fuerte de su físico, qué habría que suavizar… Con todos esos datos, con toda esa información, comienzo a trabajar. Muchas de las mujeres que vienen a mi taller quieren que les haga un vestido de inspiración flamenca. A partir de aquí, es probable que utilicemos un raso ligeramente satinado, con escote barco delante, y llegar con él, por la espalda, hasta la cintura. ¿El secreto del raso? Proporciona un aspecto voluminoso a los volantes. La colocación y altura de estos dependerá de las características de tu cuerpo. Por ejemplo, imagina que te ves ancha de caderas. En ese caso, mientras más movimiento tengan los volantes, más se suavizará una anchura… que probablemente no verá nadie, aparte de tus propios ojos. Recursos como mezclar diferentes texturas y materiales como gasas o encajes, también darán resultado.

Combinar Raso Duquesa con encajes bicolor

El raso, en blanco sucio. El encaje, en tonos más oscuros. Ésta es nuestra propuesta para hoy. ¿Describimos cómo ha quedado y qué hemos querido conseguir?IMG-20151211-WA0014 Con el encaje, hemos formado un drapeado en el pecho, formando un gran escote en uve. Esto, además de resaltar tu rostro, realzará esa parte de tu cuerpo con la que estas acomplejada. Para conseguirlo, tan sólo tendrás que utilizar el sujetador adecuado. ¿Qué tienes demasiado pecho, para tu gusto? El escote en uve lo suavizará y el encaje, integrado en los volantes, te dará una nota de color (y lo mismo sucederá con la cola de tu vestido). ¿En cuanto a donde colocarlos? Resaltarás tu natural elegancia y feminidad poniéndolos a la menor altura posible.

Pepe Varela

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